A QUIEN CORRESPONDA

Agua Gorda de los Patos, (¿a como estamos?)
A quien corresponda:

De aquellos días en que no había agua y los perros marcaban territorio con un gis.
Es de notarse la exageración con que a veces expreso las anécdotas, dicho lo anterior prometo más de lo mismo. Encontradme un día con rufián de manguera en mano y con barriga en la otra, pues bien esto no es de impresionar a nadie, si no fuera porque dicho holgazán aparte de propinarme un salpicón en de por sí, sucios zapatos, regaba sin consideración el carrillo que le transporta el trasero a falta de ganas de caminar, y eso señores me cautivó el recuerdo.
No hace mucho este pueblecillo de poca monta, no contaba con el servicio de agua potable entubada, en alguna ocasión alguien trató de inventar agua sintética a falta de lluvia, creo que lo único que le llovieron a nuestro postulante a héroe fueron pedradas y un apodo que revelaría su identidad, así que los privare del gozo del chismecillo. En aquellos tiempos el agua era una necesidad única, no recuerdo la vez que haya tomado un vaso de agua limpia, cuando no traía una especie de camarón microscópico traía una planta acuática llamada “lentejuela”, un cabello, o cosas peores, y para conseguir ese vaso de agua, era todo un viacrucis. Llegando la estación de seca había que visitar las charcas y compartir el agua con el ganado que no es muy higiénico ni tiene modales a la hora de beber (dan codazos), o pelear por un lugar en “los pocitos” a sabiendas de que si una persona lo agarraba ya no lo soltaba en semanas. Pues bien creo que nos haría falta memorizar esos días y cada vez que se nos ocurra la desfachatez de desperdiciar el agua a diestra y siniestra y decir: “al cabo yo la pago…” recordemos por un momento el saborcillo del agua de esos días y tengamos un poco de conciencia. Cultívate y cultiva a tus hijos en el cuidado de un bien que no se podría pagar con nada.

Con el saborcillo de “lentejuela” en el paladar, su amigo o algo peor:
Juan Pablo Pérez Hernández.
aguagordadelospatos.blogspot.com